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ANTECEDENTES
Si bien la actividad bomberil nació para apagar incendios, la labor de Bomberos se ha extendido a través del tiempo según la evolución de las ciudades.
Cuando se creó el Cuerpo de Bomberos de Santiago, en 1863, como consecuencia del incendio del Templo de la Iglesia de la Compañía de Jesús, donde hubo cerca de 2.000 víctimas, en la capital residían 300.000 personas. Bomberos se abocaba en esa época a extinguir fuegos en casas y edificaciones comerciales o públicas, pero con el paso del tiempo y los avances tecnológicos, no sólo estas construcciones entraban en combustión. Comenzó a haber fuegos en los escasos y nuevos automóviles que llegaban a la ciudad; por lo que Bomberos debió controlar esos fuegos también.
Dadas estas nuevas emergencias, los Voluntarios del Cuerpo se encontraron con que se hallaban personas en estos vehículos que ardían. Esto llevó a la Institución a ampliar su labor al rescate de éstas. En este tipo de eventualidades, se hizo imperioso capacitar a los Bomberos para la adecuada extracción de las víctimas de estos accidentes. Así surgió la urgencia de contar con paramédicos en la Institución.
Además, tanto los tipos de construcciones como los materiales utilizados en ellas fueron evolucionando de los clásicos madera, cartón y género a plásticos, polímeros y nylon, entre otros, lo que implicó adquirir conocimientos de cómo éstos se comportaban frente al fuego.
Los incendios muchas veces producían el colapso de las construcciones, por lo que surgió además la necesidad de contar con personal dotado de equipamiento y conocimiento técnico que permitiera realizar labores en estas condiciones.
Pero no sólo el tipo de emergencias ha evolucionado, sino también lo ha hecho demográficamente la capital. Hoy, el Cuerpo de Bomberos de Santiago ha adaptado el ejercicio bomberil a un sinnúmero de actividades y, además, ha ampliado la cantidad de Compañías que lo conforman.
A la extinción de Incendios, Rescates Automovilísticos y Rescates Urbanos se suman la Investigación de Incendios, el manejo de materiales peligrosos con la especialidad Haz-Mat y Asesorías en Prevención y Seguridad (AS&P; Ltda.), a través de las 22 Compañías del Cuerpo, las que hacen uso de su especialidad al momento de asistir a una emergencia. Si bien todos los Voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Santiago están capacitados para extinguir Incendios, de las 22 Compañías pertenecientes a la Institución, 17 de ellas tienen la especialidad de Agua. Esto implica que su personal y Material Mayor está acondicionado para estas labores al transportar agua en sus Carros y contar con las mangueras y pitones correspondientes.
Las otras cinco Compañías de CBS tienen la especialidad de Escala. Ellas abren vías de acceso para entrar a los sitios amagados, y así permitir tanto la ventilación y evacuación del interior como también la entrada de los Voluntarios del Cuerpo.
Cuando hay un Llamado por fuego, el CBS está articulado de manera que asisten a dos Bombas de Agua y una de Escala, según proximidad de las Compañías al lugar en conflicto.
Luego de constatar las características del siniestro se da paso a la Alarma de Incendio si amerita, donde se hacen presentes las Compañías que sean necesarias para controlar el siniestro.
Rescate Vehicular
El Cuerpo de Bomberos de Santiago, al igual que todos los Cuerpos de Bomberos del país, define su acción en el Rescate Vehicular como de apoyo a Salud. Se trata de liberar a la persona atrapada en el accidente, facilitar y colaborar con la atención que puedan darle los servicios de Salud en el mismo lugar del accidente y prepararla para su rápido y seguro traslado a un centro hospitalario.
Si bien la actividad bomberil nació para apagar incendios, la labor de Bomberos se ha extendido a través del tiempo según la evolución de las ciudades.
Cuando se creó el Cuerpo de Bomberos de Santiago, en 1863, como consecuencia del incendio del Templo de la Iglesia de la Compañía de Jesús, donde hubo cerca de 2.000 víctimas, en la capital residían 300.000 personas. Bomberos se abocaba en esa época a extinguir fuegos en casas y edificaciones comerciales o públicas, pero con el paso del tiempo y los avances tecnológicos, no sólo estas construcciones entraban en combustión. Comenzó a haber fuegos en los escasos y nuevos automóviles que llegaban a la ciudad; por lo que Bomberos debió controlar esos fuegos también.