Homenaje al ex Superintendente y ex Presidente Aníbal Pinto Garmendia a 140 años de su fallecimiento

Homenaje de don Pablo Cortés de Solminihac, Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Santiago al ex Presidente de la República y ex Superintendente, don Aníbal Pinto Garmendia, en la sesión de Directorio del 19 de junio de 2024.

 

ANÍBAL PINTO GARMENDIA

El pasado 9 de junio se cumplieron 140 años desde el fallecimiento, en la ciudad de Valparaíso, del ex Presidente de la República y ex Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Santiago, don Aníbal Pinto Garmendia.
Testigo de la formación de la República, fue un actor relevante en la consolidación de los valores patrios a través de su vocación de servicio por la gente.
Aunque era un niño pequeño cuando su padre Francisco Antonio Pinto y Díaz de la Puente fue Presidente de Chile, Aníbal Pinto creció en un ambiente donde el servicio al país estaba en el centro. A su formación militar y de abogado, Aníbal Pinto sumó la política, como miembro del Partido Liberal.
En el ámbito privado, administró la chacra familiar en la actual comuna de La Pintana, zona que lleva su nombre en honor a la casona de los Pinto.
Siendo muy joven fue consignado por el Gobierno para concurrir a Roma para establecer relaciones diplomáticas con la Santa Sede, estando designado en aquella legación por tiempo de tres años. Dentro de su carrera política se desempeñó en la Intendencia de Concepción, desde donde impulsó obras públicas y promovió el ferrocarril de Chillán a Concepción. También respaldó la instalación de hospitales, cárceles, escuelas y telégrafos. En 1871 fue nombrado Ministro de Guerra y Marina en el gobierno de Federico Errázuriz Zañartu, cargo que ocupó por casi 4 años.
Como candidato presidencial se enfrentó al también bombero, Benjamín Vicuña Mackenna, para representar al ala liberal de la sociedad chilena. Se desempeñó como Presidente de la República entre 1876 y 1881. Durante su mandato se reformó la Constitución de 1833, y además, se inició el estudio de la Ley de Cementerios Laicos y se introdujeron fuertes modificaciones en la Ley de Elecciones y Municipalidades. Mientras ocupaba el sillón presidencial, apresuró reformas educacionales de la mano de su Ministro de Instrucción Pública, Miguel Luis Amunategui, promulgando las leyes de “Instrucción secundaria y superior” y el Decreto 1877, permitiendo a las mujeres seguir sus estudios en la universidad.
Le tocó enfrentar el inicio de la Guerra del Pacífico contra Perú y Bolivia, estando la mayor parte de su gobierno en guerra con nuestros vecinos del norte. Finalmente, terminado su periodo presidencial decide no continuar en la vida pública, dedicándose a traducir reportajes para el diario “El Ferrocarril”.
Fue precisamente bajo la Presidencia de don Aníbal Pinto que se acogió la propuesta del Cuerpo de Bomberos de Santiago de crear a los Bomberos Armados para atender emergencias y mantener el orden de la ciudad al partir la Guardia Municipal a la Guerra del Pacífico.
En consideración a su prestigio y trayectoria pública, en diciembre de 1883, el pleno del Directorio del Cuerpo de Bomberos de Santiago nombra al ex Presidente don Aníbal Pinto Garmendia como el 5º Superintendente de la Institución, fundada hacía solo 20 años antes. Asumió el 2 de enero de 1884 y permaneció en el cargo por pocos meses, debido a que su salud se vio seriamente resentida, por lo que debió renunciar. Tan debilitado era su estado de salud, que falleció un cercano 9 de junio de ese mismo año.
Así, la primera sesión del año 1884 fue presidida por el ex Mandatario, ostentando con orgullo su investidura como máxima autoridad de los Bomberos de la capital.
Sobre el Superintendente don Aníbal Pinto Garmendia, rescatamos las palabras del director de la 5ª Compañía, don José Francisco Vergara, en un telegrama al Directorio de la época:
“Como director 5ª Compañía, pido a usted que se ofrezca en mi nombre al Cuerpo de Bomberos de Santiago el retrato de mi antecesor en la Superintendencia, el señor don Aníbal Pinto. La imagen del hombre que cada día crece con el respeto y el amor de sus conciudadanos por la solidez de sus virtudes, que el elevado temple de su alma y su honrada sumisión a las leyes sirvan en de Sala de Sesiones del Directorio para afianzar los sentimientos de concordia, la fidelidad a los reglamentos y el vivo celo por el progreso de la institución que siempre ha animado a los miembros que hasta ahora la han dirigido”.
Hoy recordamos a don Aníbal Pinto Garmendia con la gratitud a un hombre que a pesar de haber alcanzado la máxima distinción a la que un servidor público puede aspirar, se sentó en esta testera para aportar su experiencia y promover los valores y principios que nuestros Fundadores imprimieron en aquellos que nos han precedido y que hoy, 140 años después, siguen tan vigentes como en 1863.