El domingo 29 de diciembre se realizó su funeral, en el Cementerio Parque del Recuerdo.
Para la 9ª Compañía “Bomba Yungay” fue una mañana oscura la del domingo 29 de diciembre al despedir a quien fuera Miembro Honorario del Cuerpo de Bomberos de Santiago (CBS), Voluntario Honorario y Primera Antigüedad Mario Joo Arredondo, con Premio de Constancia por 65 años de servicios.
A la ceremonia, efectuada en el Cementerio Parque del Recuerdo concurrió el Tercer Comandante del CBS, Piero Tardito Aguilera, junto al Director de la Novena, Manuel Letelier Quinteros, Oficiales, Voluntarios y brigadieres de la Compañía, así como familiares y amigos del fallecido bombero.
Por las vías del cementerio se vio pasar a los nonos, con el estandarte de la Compañía, expresando en gestos el pesar por el adiós de Mario Joo, a pocos días que con motivo de la Navidad fuera visitado en el hogar donde residía.
Sobre esa despedida, el Director Manuel Letelier morigeró la pena al destacar: “Hoy me permito decirte, Mario, no un adiós, sino un hasta pronto”.
Un mensaje en el adiós
● “Hoy nos reunimos para rendir homenaje a un gran hombre: un padre, abuelo y bombero, un verdadero ejemplo de dedicación y entrega. Nuestro querido Mario. Sus palabras, llenas de sabiduría y amor por su vocación, quedaron grabadas en nuestros corazones y nos seguirán inspirando: ‘Les pido que cada día hagan a la Novena más grande, que sea considerada la mejor compañía del Cuerpo de Bomberos de Santiago. Ahí me sentiría feliz y moriría tranquilo’. Ese mensaje lo compartió con nosotros en una visita inolvidable, cuando le entregamos su chaqueta de invierno con el escudo de tu Novena estampado en el corazón”.
● “Mario no solo fue un bombero ejemplar, sino un puente que unió generaciones. Sus historias nos conectaban con el pasado y nos sacaban sonrisas. Recordaba con cariño a figuras como Guillermo Pérez de Arce y, entre risas, mencionaba a ‘Lucho’. ‘¿Qué Lucho, Mario?’, le preguntábamos, y con su inconfundible sonrisa respondía: ‘Luis Soto Salgado’, un prócer de la Novena”.
● “Querido Mario, hoy nos cuadramos ante ti con profundo respeto y gratitud. Aunque te despides de esta vida terrenal, como tu Director, te doy una última orden: descansa en paz, sabiendo que tu legado vivirá siempre en nuestros corazones”.
