Labor especializada se realizó en una clínica y en el hogar de una familia, en Recoleta.
En dos escenarios debió intervenir el Cuerpo de Bomberos de Santiago (CBS) ante una emergencia con cianuro, producida la noche del lunes 11 de julio, en la comuna de Recoleta.
Inicialmente, la Central de Alarmas y Telecomunicaciones (CAT-CBS) despachó cinco máquinas a la Clínica Dávila, en Avenida Recoleta con Dávila Baeza ante un llamado por la presencia de materiales peligros.
Los carros especializados correspondieron a H-17 y H-4, de la 17ª y 4ª Compañía, con operadores HazMat además de B-2 y Q-8, de la 2ª y 8ª Compañías.
En el lugar se atendió la emergencia por una niña de 10 años fallecida a raíz de una posible ingesta de cianuro y su madre que presentaba síntomas de intoxicación. Sin embargo, según relató el Capitán a cargo de la emergencia, Mario Hernández, de la 4ª Compañía, “no se detectó la presencia de ácido cianhídrico, que es el gas que se produce cuando se ingiere cianuro”.
Por información recabada en la clínica acerca de un perro mascota de la menor, fallecido presuntamente por intoxicación con una sustancia desconocida, los Voluntarios y Voluntarias del CBS se dirigieron al departamento de la familia afectada.
Ante ello, CAT-CBS despachó más máquinas, sumándose los Carros H-18, de la 18ª Compañía con especialidad Haz-Mat; Q-12, de la 12ª Compañía y H-4 del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa.
En el departamento
Otro capítulo de la emergencia se vivió en el departamento de la familia afectada, ubicado en Avenida Recoleta con Santos Dumont. Al respecto, el Inspector Sergio Poblete, del Departamento de Planificación de Operaciones con Materiales Peligrosos (Haz-Mat) del CBS, dijo que en el domicilio los equipos detectaron la presencia de ácido cianhídrico “que se acercaba a la concentración que empieza a hacerle daño a la salud”.
Los Bomberos Haz-Mat en su despliegue por el domicilio, con trajes especiales de encapsulamiento, hallaron fecas de ratón y un polvo blanco, además de la mascota muerta, los que en los equipos de monitoreo arrojaban la presencia de ácido cianhídrico.
Ello coincidía con información recabada en terreno acerca de la compra de un veneno para ratas elaborado con elementos no certificados, dentro de los cuales estaría el cianuro asociado a otros componentes.
“Ella estuvo expuesta mucho tiempo. Tuvo contacto físico, debe haber absorbido a través de la piel e inhalado los gases del animal contaminado”, explicó el Inspector Sergio Poblete en declaraciones al diario Las Últimas Noticias.